Plástico corrugado

Las cajas de plástico corrugado son la evolución de las cajas de cartón, ya que cuentan con muchas características esenciales que hoy en día son claves para el movimiento interno o externo de una gama de diferentes productos que requieren protecciones especiales, extra o específicas. Además cumplen con requisitos que hoy por hoy las empresas de clase mundial requieren como:
• Adaptables a los aditivos de protección como: Antiestáticos, UV, Retardante a Flama, etc.
• Moldeables con separadores sellados (permanentes) o libres.
• Son libres de generar polvo.
• Son impermeables.
• Pueden ser retornables.
• Son muy Durables y Resistentes al peso.
• Pueden ser estibables según sus necesidades. (Ahorro de espacio)
• Son 100% Reciclables.

pl corr

Esto para cumplir el objetivo principal el cual es que su producto permanezca en perfectas condiciones. Además está comprobado que en un término de tiempo medio se perciben ahorros muy significativos en costos como los operativos, logísticos, de calidad, etc.
Se pueden encontrar en diferentes calibres y características que se adapten a sus necesidades

Cajas de Plástico Corrugado Estibables

plastico corrugado

Es una opción que les brindamos a los clientes en el cual a las cajas de plástico corrugado, se les puede agregar esquineros para que obtengan la función de estibar una caja con otra en la parte superior y lograr un ahorro de espacio en: transportación, movimiento interno, en almacén, en líneas de producción y/o en planta general.
Por lo general lo recomendamos ampliamente ya que son de mucha utilidad el agregar este tipo de aditamentos, además de que su costo es mínimo.

Con Inserto de Foam Natural ó Antiestático
Actualmente es utilizado para obtener un molde semirrígido y muy exacto en el cual los productos se inserten y queden asegurados de cualquier movimiento, además de a su vez protegerlos de impactos en caídas, traslados externos o internos.
El foam puede ser fabricado en varias densidades, de acuerdo a las especificaciones requeridas por el cliente o podemos hacer un estudio para determinarlo según el peso, la forma física del producto, el tipo de material y sus acabados.
El foam puede ser Natural el cual es muy adaptable a cualquier rama de las industrias o puede ser Antiestático para la rama electrónica, telecomunicaciones, aeronáutica, etc.

Con Inserto de Espuma (Poliuretano) Natural o Antiestático

p corrugado

Actualmente es utilizado para obtener un molde suave y muy exacto en el cual los productos se inserten y queden asegurados para protegerlos de impactos en caídas, traslados externos o internos. Las principales diferencias que tiene con respecto al Foam, pudieran ser las siguientes:
POSITIVAS
• Mayor Flexibilidad
• Mejores dimensiones.
• Más Económico
NEGATIVAS
• Genera Polvo.
• Se desgasta muy fácilmente con el uso.
• Tiempo de vida corto.
• Menor protección en impactos fuertes.
La espuma puede ser fabricada en varias densidades, colores y características, de acuerdo a las especificaciones requeridas por el cliente.

Con Inserto semirrígido pero suave al tacto
Cajas de plástico corrugado con Inserto de Cross Linked Actualmente es utilizado para obtener un molde semirrígido pero de textura suave en el cual los productos se inserten y queden asegurados para protegerlos de impactos en caídas, traslados externos o internos. Las principales diferencias que tiene con respecto al Foam y la Espuma, pudieran ser las siguientes:
POSITIVAS
• No genera polvo ( vs Espuma)
• Es textura suave y rígida al mismo tiempo
• Mayor protección contra caídas
• Reducción de marcas generadas por la fricción. (Especial para productos de acabados plásticos muy delicados o de pintura acabado espejo).
NEGATIVAS
• Costos elevados.

Aunado a esta rama del empaque encontramos también productos de plástico que funcionan como retornables, bajando los costos significativamente

empaque retornable

Con diferentes dimensiones, densidades y aplicaciones seguro encontramos lo que mejor se adapte a sus requerimientos.

Tetra Pak

Solo por conocer

«Al visitar los supermercados se pueden observar varias clases diferentes de envases en las góndolas, pero ¿qué envase debemos elegir si somos consumidores responsables con el medio ambiente? Ayuda saber qué es exactamente lo que estamos comprando. A continuación podrá ver de qué se componen los envases Tetra Pak.
Material de envase

1. Cartón
El ingrediente principal de todos nuestros envases es el cartón y utilizamos la cantidad justa para obtener envases estables sin agregar peso innecesario. Es un material renovable proveniente de la madera.

2. Polietileno
Con el fin de sellar, evitar que se viertan los líquidos y protegerlos de la humedad externa, se agregan capas delgadas de polietileno, un plástico de uso habitual.

3. Aluminio
Los envases diseñados para conservar alimentos sin refrigeración contienen, a su vez, una capa delgada de aluminio. Esto protege a los productos del oxígeno, los sabores y la luz .

¿Alguna vez se preguntaron…
si es posible reciclar el material laminado de los envases Tetra Pak? ¡La respuesta es sí! Los envases se pueden repulpear en una fábrica de reciclado de papel. Cuando son embebidos en agua, las fibras de la madera se separan del plástico y del aluminio, de esta forma cada material por separado se puede utilizar para fabricar nuevos productos.

fuente: Tetra Pak www.tetrapak.com

Ecología

VALORES QUE NO HAY QUE OLVIDAR IV

ECOLOGIA
El valor que encuentra en la protección del medio ambiente una forma de servir a los demás.

Es el valor que nos hace considerar y actuar en favor de la protección del medio ambiente, los recursos naturales y toda forma de vida, incluyendo la propia.

Pensar en la naturaleza y la cultura ecológica tan de moda en estos tiempos, nos ubica en una situación un tanto incierta. Por una parte, vienen a nuestra mente los grupos “verdes” con iniciativas de todo tipo: la protección de las especies, el medio ambiente y los recursos naturales, donde son muchos los que participan y se comprometen, pero adquieren un matiz de exageración a los ojos de los demás: para la inmensa mayoría de las personas, luchar por la protección de las ballenas tiene poco sentido, sobre todo si en el lugar donde vive se encuentra alejado del mar.

Al mismo tiempo surge la pregunta: ¿Qué tengo que ver yo con la ecología? Pese a las campañas y la abundancia de carteles, ese sentido de la distancia y no pertenencia a un medio ambiente determinado, nos hace seguir inmersos en nuestras ocupaciones, sin darnos el tiempo necesario para pensar seriamente en la importancia de vivir este valor tan necesario en nuestros días.

Para despertar en nosotros una conciencia ecológica, hace falta reflexionar profundamente sobre el sentido que tiene toda forma de vida para nosotros, y en primer instancia, la nuestra.

Los cuidados que requiere nuestra persona son bastante conocidos: adecuada alimentación, el debido descanso, hacer un poco de ejercicio, prevenir las enfermedades y tratarlas oportunamente, trasnochar lo menos posible, alejarse de los vicios, trabajar con orden, etc., sin embargo, el descuido voluntario de estos y otros aspectos igualmente importantes, necesariamente afecta nuestra salud, por eso, es imposible pensar en preocuparse de lo que ocurre en el exterior, cuando somos incapaces de cuidarnos a nosotros mismos.

Si además del descuido personal, agregamos una falta de voluntad para realizar acciones concretas, podemos formarnos una idea más clara de nuestra conducta. Por ejemplo, no es raro que el “clasificar la basura” nos provoque cierta pereza, sobre todo si ya existe quien lo haga. Recoger envolturas, papeles y residuos de comida para depositarlos en su lugar o limpiar líquidos derramados, deberían ser actitudes que reflejen nuestros hábitos y costumbres .

Ahora podemos darnos cuenta, que el cuidado de nuestra persona y mejorar cualitativamente nuestros hábitos, nos llevará a conservar nuestro entorno inmediato en óptimas condiciones, y de esta manera, comprender en toda su extensión las grandes y pequeñas iniciativas ecológicas.

Para muchos, es inexplicable la preocupación de algunas personas por su medio geográfico, calificando de exagerado el reporte del noticiero sobre la gravedad de un incendio, un derrame de petróleo en el mar o la contaminación de un río, pero es difícil juzgar y comprender esta situación si vivimos en otro espacio. Para quienes su vida se desarrolla y depende del mar, el bosque, el río o el campo, constituye un centro vital para su existencia, por eso lo considera como propio y parte de su responsabilidad.

Tal vez esa es la clave y fundamento de este valor: considerar como propio todo lo que nos rodea. Así como tenemos especial cuidado por conservar nuestro hogar limpio, de igual manera deberíamos hacerlo en la calle, la oficina, los lugares de esparcimiento… tomando las precauciones y medidas necesarias para cada caso, en vez de quejarnos del deficiente servicio público de limpieza o la falta de conciencia de los conciudadanos. Una vez más, nuestro ejemplo constituye el punto fundamental para la transmisión de los valores.

¿Cuál es el resultado de la conciencia de este valor? Primeramente la solidaridad que debemos a nuestros semejantes, tal vez no está en nuestras posibilidad acudir al sitio de una catástrofe, pero si podemos contribuir en la protección de nuestra comunidad; paralelamente surge el respeto por las personas y la naturaleza, que son inseparables y dependientes entre sí. Dicho de otra forma, representa el compromiso personal por servir a los demás, procurando espacios limpios que faciliten un modo de vida digno para todos.

Para vivir este valor desde tu situación personal y de acuerdo a tus posibilidades, puedes comenzar por:

– Cuida tu salud prudentemente y sin caer en exageraciones. Tan delicada es una dieta rigurosa, como el exceso en la comida, por ejemplo.

– Refuerza tus hábitos personales de orden y limpieza, en tu hogar, oficina, lugares que frecuentas y hasta en las calles. No es lo mismo arrojar un papel y que caiga a un lado del cesto, que depositarlo dentro.

– Respeta las normas de cuidado ambiental de todo lugar (área de fumadores, depositar basura, no dar alimento a los animales del zoológico, no encender fuego, etc.).

– Acostúmbrate a reportar las deficiencias del servicio público de limpieza y las anomalías que surgen por la falta de conciencia de personas, empresas o instituciones.

– Infórmate sobre los aspectos fundamentales de la cultura ecológica, aplicando lo que haga falta en tu hogar y comunidad. Seguramente encontrarás a otras personas que apoyen tus iniciativas.

– Promueve alguna campaña ecológica sencilla en la escuela de tus hijos. Si eres estudiante, con mayor razón.

– Reflexiona en esta idea: Mi entorno va más allá de las paredes de mi casa, la escuela y la oficina.

Quien vive este valor en la medida de sus posibilidades y con acciones concretas, demuestra un serio compromiso por el bienestar de sus semejantes, con quienes se solidariza para realizar una labor más efectiva, pues su actitud no depende de la moda o el fanatismo, sino por la firme determinación de mejorar el mundo en el que vivimos.

Optimismo

Valores que no hay que olvidar III

El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir.

La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades; la diferencia es mínima, pero tan significativa que nos invita a cambiar de una vez por todas nuestra actitud.

Alcanzar el éxito no siempre es la consecuencia lógica del optimismo, por mucho esfuerzo, empeño y sacrificio que pongamos, algunas veces las cosas no resultan como deseábamos. El optimismo es una actitud permanente de “recomenzar”, de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender mejor la naturaleza de las fallas, errores y contratiempos, sólo así estaremos en condiciones de superarnos y de lograr nuestras metas. Si las cosas no fallaran o nunca nos equivocáramos, no haría falta ser optimistas.

Normalmente la frustración se produce por un fracaso, lo cual supone un pesimismo posterior para actuar en situaciones similares. La realidad es que la mayoría de nuestro tropiezos se dan por falta de cuidado y reflexión. ¿Para qué sirve entonces la experiencia? Para aprender, rectificar y ser más previsores en lo futuro.

El optimista sabe buscar ayuda como una alternativa para mejorar o alcanzar los objetivos que se ha propuesto, es una actitud sencilla y sensata que en nada demerita el esfuerzo personal o la iniciativa. Sería muy soberbio de nuestra parte, pensar que poseemos el conocimiento y los recursos necesarios para salir triunfantes en toda circunstancia.

Cualquiera que ha sido campeón en alguna disciplina, llegó a colocarse en la cima por su esfuerzo, perseverancia y sacrificio, pero pocas veces, o mejor dicho nunca, se hace alusión a su optimismo, a esa entrega apasionada por alcanzar su fin, conservando la confianza en sí mismo y en las personas que colaboraron para su realización. El optimismo refuerza y alienta a la perseverancia

El optimista no es ingenuo ni se deja llevar por ideas prometedoras, procura pensar y considerar detenidamente todas las posibilidades antes de tomar decisiones. Si una persona desea iniciar un negocio propio sin el capital suficiente, sin conocer a fondo el ramo o con una vaga idea de la administración requerida, por muy optimista que sea seguramente fracasará en su empeño, ya que carece de las herramientas y fundamentos esenciales para lograrlo.

En otras circunstancias nos engañamos e inventamos una falsa realidad para hacernos la vida más fácil y cómoda. Basta mencionar al estudiante que se prepara poco y mal antes de sus evaluaciones, esperando obtener la calificación mínima y necesaria para “salir del paso”, sin darse cuenta que su falso optimismo lo llevará –tarde o temprano- al fracaso.

Se podría pensar que el optimismo nada tiene que ver con el resto de las personas, sin embargo, este valor nos hace tener una mejor disposición hacia los demás: cuando conocemos a alguien esperamos una actitud positiva y abierta; en el trabajo, una personalidad emprendedora; en la escuela, profesores y alumnos dedicados. Si nuestras expectativas no se cumplen, lo mejor es pensar que las personas pueden cambiar, aprender y adaptarse con nuestra ayuda. El optimista reconoce el momento adecuado para dar aliento, para motivar, para servir.

En la amistad y en la búsqueda de pareja también es necesario ser optimista. Algunas personas se encierran en sí mismos después de los fracasos y las desilusiones, como si ya no existiera alguien más en quien confiar. El optimismo supone reconocer que cada persona tiene algo bueno, con sus cualidades y aptitudes, pero también sus defectos, los cuales debemos aceptar y buscar la manera de ayudarles a superarlos.

El paso hacia una actitud optimista requiere de una disposición más entusiasta y positiva, es tanto como darle la vuelta a una moneda y ver todo con una apariencia distinta:

– Analiza las cosas a partir de los puntos buenos y positivos, seguramente con esto se solucionarán muchos de los inconvenientes. Curiosamente, no siempre funciona igual a la inversa.

– Haz el esfuerzo por dar sugerencias y soluciones, en vez de hacer críticas o pronunciar quejas.

– Procura descubrir las cualidades y capacidades de los demás, reconociendo el esfuerzo, el interés y la dedicación. Esto es lo más justo y honesto.

– Aprende a ser sencillo y pide ayuda, generalmente otras personas encuentran la solución más rápido.

– No hagas alarde de seguridad en ti mismo tomando decisiones a la ligera, considera todo antes de actuar pues las cosas no se solucionan por sí mismas. De lo contrario es imprudencia, no optimismo.

No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido encontrar en la adversidad un estímulo para superarse, fortaleciendo su voluntad y empeño; en los errores y equivocaciones una experiencia positiva de aprendizaje. Todo requiere esfuerzo y el optimismo es la alegre manifestación del mismo, de esta forma, las dificultades y contrariedades dejan de ser una carga, convirtiéndonos en personas productivas y emprendedoras.

Manejo adecuado

de las cajas de cartón corrugado convencionales

Proteja la caja de la humedad
Evite el aplastamiento de las flautas del corrugado
No rompa, ni rasgue las esquinas durante el proceso de empaque
Coloque la caja de forma que las flautas de corrugado siempre trabajen
en sentido vertical
Apoye siempre las cuatro esquinas sobre una superficie plana y firme
No exponga a la humedad o a el agua para evitar que el papel y el
pegamento se ablanden
No aplaste ni pise las cajas,
Las estibas de la caja entregada en flat no deberá superar los 3
metros de altura
Al encintar o engrapar los aletones inferiores asegúrese que las cajas
queden bien cuadradas y que los aletones estén cerrados con los cortos
primeramente y después con los dos largos
Almacene las cajas bajo techo y de preferencia en lugares secos y
ventilados
No cargue la caja, arriba del peso máximo permitido, de acuerdo a la
resistencia de la misma.
En las estibas preferentemente utilice separadores de cartón que
actúan como niveladoras 

 

Siempre que se estiben las cajas deberán de quedar con las flautas de
forma vertical para evitar que se lastimen o definitivamente se derrumben

Estibe las cajas trabadas como ladrillos en una pared o bien  3 hacia un lado y 2 hacia el otro lado y la
fila siguiente al contrario 

 

 

Vicios
que provocan que se derrumbe una estiba,
Vista
frontalVista
superior

 

 

Vista
de la forma correcta de armar un pallet 
Por último recuerde que el cartón y la humedad no son afines,  su caja húmeda no se recupera, pierde definitivamente  hasta el 75 u 80% de resistencia.

 

 

 

La razón del cliente

Es clásico escuchar entre proveedores y clientes ‘el cliente siempre tiene la razón‘. Y aunque popular el dicho, siempre todos ellos esconden oscuras verdades.
Se habla en todas las áreas respecto al servicio obligatorio que el proveedor debe a su cliente y no obstante en muchas ocasiones a los empresarios solo le importe sacar el máximo beneficio, algunos compradores también tienen su lado oscuro, opacando y a veces descalificando la labor.

Y aquí con estas razones queda demostrado que el cliente no es siempre es tan bueno como parece:

1. Cuando el consumidor demanda un comportamiento no ético: Desgraciadamente la corrupción se está convirtiendo en uno de los temas más comentados del día a día. Mientras que el soborno es el precio que hay que pagar en algunos negocios de determinadas partes del mundo, es siempre un error trabajar con empresas que no actúan de manera ética. Ante esto, la única solución es negarse a trabajar con estos delincuentes.

2. Cuando el comprador pide cosas no razonables: en la batalla por buscar su propio beneficio, el cliente y el empresario acaban muchas veces mal. En estos casos tanto cliente como proveedor pierden ya que los conceptos como “ganar-ganar” o “socios comerciales” son solo palabras sin profundidad.
En este caso, la única solución es estar preparado para tener que romper el negocio si el cliente no se muestra razonable.
En el fondo todos sabemos que ese cliente no vale la pena.

3. Cuando el cliente es un intolerante: Sorprendentemente, todavía hay ejemplos de personas que no hacen negocios con mujeres o con personas de otra raza, otra muestra de que nos falla la memoria histórica.
Intolerable también resulta tratar con personas que por su jerarquía o puesto dentro de la empresa se permiten incluso maltratar a los proveedores.
Eso sí, no se le ocurra negociar con este tipo de individuos.

4. Cuando el consumidor compra por una razón errónea: A veces, los responsables compran o no compran cosas por razones personales más que por razones de negocios.
Usted proveedor lo único que debe hacer es retirarse de estas falsas “oportunidades” que además de no aportar pueden acarrear incluso pérdidas económicas importantes.

5. Cuando el comprador es abusivo: muchos proveedores han tenido que soportar la ira y los gritos acompañados de insultos algunas veces, de sus clientes, casi siempre tolerados por el pensamiento de que ellos, los clientes, siempre tienen la razón. Sin embargo, los clientes también se equivocan y por tanto, hay que dejar claro que no se tolerará ningún comportamiento poco profesional.

6. Cuando el consumidor no cumple un acuerdo: Los clientes a veces hacen promesas que no respetan, quizás algunas justificadas pero igualmente poco honradas. Quizás al primer incidente hay que dar al cliente una oportunidad, pero al segundo olvídese ya no lo haga, el cliente le pondrá como dice el popular dicho “la pata en el pescuezo”

Como quiera que sea la corrupción y el soborno viajan en dos sentidos y para que se dén se necesita de un “comprador” y por supuesto de un “vendedor” así que mejor atendamos la recomendación de Zig Ziglar y hagamos negocios productivos y exitosos para todos.

zig

El Cambio

En la actualidad en la industria es imperante ser una entidad que ofrece mantenimiento y cuidados a la misma, es menester asegurar la calidad de nuestros productos así como cumplir las expectativas en el servicio para nuestros clientes.

En Especialidades en Kartón estamos encaminados a su fortalecimiento y evolución. Sin miedo al crecimiento, basados en la mejora continua y con excelente actitud y compromiso, hoy por hoy trabajamos en todas las áreas para asegurar la calidad y de manera integral ofrecerle todos los productos y servicios para empaque y embalaje que requiere su empresa
Trabajamos en equipo con el compromiso firme de otorgarle el servicio y atención que se merecen, haciendo clientes, haciendo socios y por sobre todo haciendo amigos.

Aquí en este, su blog, no quisimos quedarnos atrás, le cambiamos el «look» para su mayor agrado, sin embargo vamos a seguir aprendiendo y caminando juntos con más y mejores artículos relacionados con nuestro giro, y porque no, también con todo aquello que nos encamine hacia una vida mejor, debemos recordar que el crecimiento debe ser integral y que el éxito es una recopilación de todo aquello que nos hace mejores personas y nos distingue como seres humanos extraordinarios.

Ahora con mayor empeño y dedicación es un placer continuar nuestra historia juntos.

Como dijo Octavio Paz… Sin miedo

Miedo al Cambio

Ajedrez??

Siempre pensamos en la cantidad de cosas que podemos crear con cajas de cartón de diferentes grosores y texturas, pero reconocemos que el trabajo de la diseñadora letona Nadya Dundere nos ha dejado sin palabras. El juego de ajedrez añade a su elegancia habitual un toque de creatividad y sencillez gracias al uso del cartón corrugado, totalmente respetuoso con el medio ambiente

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Ajedrez?? Si y hoy damos un paso más y proponemos una partida más seria, en la que la concentración debe ser la máxima, claro con cartón.

Objetividad

Valores que no hay que olvidar II

La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea.

Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio, experiencia y aprendizaje. Todos estos elementos pueden brindar a una persona una percepción de la realidad que puede estar equivocada.

Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no en los problemas. Observa las cosas superficiales, pero no el fondo. Probablemente todos conocemos a alguien que comete un error al no juzgar correctamente la realidad: la persona desilusionada porque había idealizado a su pareja, el muchacho que reprobó el examen porque pensó que sería más fácil de lo que esperaba, el trabajador que no juzga correctamente las circunstancias y pone en peligro a los demás, las personas que discuten porque uno de ellos se aferra a su propia visión.

Ser objetivo es un reto importante, porque exige de nosotros ver los problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y razonamiento. Esto por supuesto es complicado cuando las conclusiones se basan más en los sentimientos. Por ello el valor de la objetividad es tan importante, porque nos permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de una forma coherente.

Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es viendo los problemas y las situaciones desde todos los puntos de vista. En este proceso el escuchar la opinión de gente madura y desinteresada nos permite observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad. En ocasiones estamos tan inmersos en los problemas que no logramos ver la solución, por obvia que parezca. En otras ocasiones nos aferramos a nuestro orgullo o a un juicio equivocado por no contar con toda la información necesaria.

La objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora nuestras relaciones humanas, tiene un impacto positivo en la familia. La objetividad nos permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas.

La lucha por ser objetivos implica el ceder un poco ese “Yo” que a veces nos pesa tanto. En ocasiones no es orgullo, ni soberbia, sino que simplemente tenemos una tendencia natural a creer que tenemos la razón. Si evaluamos siempre que existe la posibilidad de estar equivocados, nos permite ser más certeros y apreciar todo con mayor objetividad.

Para vivir este valor siempre es conveniente:

– No permitir que las circunstancias o personas nublen el hecho central que estamos tratando de resolver.
– Escuchar atentamente, pedir consejo y considerarlo seriamente.
– No apasionarse. Los sentimientos son fundamentales para el ser humano, pero no son el único factor para evaluar un problema o situación.
– Centrarse en los hechos, no en las personas. Es fácil perder objetividad cuando decimos “es que siempre haces lo mismo, eres igual que tu papá”. Es mejor atender a qué ocurrió y que razones y consecuencias se desprenden del hecho, sin calificar a la persona.
– No precipitarse en los juicios. Quien es objetivo razona, observa, escucha y concluye en base a información. Si no se realiza este proceso los juicios son apresurados, no se vio todo lo que había en juego y tal vez no se sabe todo lo necesario para entender lo que realmente sucede.

Una persona objetiva siempre es apreciada porque genera a su alrededor un sentido real de paz y de justicia. El valor de la Objetividad, además de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, puede hacernos mejores personas.

Liderazgo

Valores que no hay que olvidar I

Todo líder tiene el compromiso y la obligación de velar por la superación personal, profesional y espiritual de quienes lo rodean. Es una responsabilidad que como personas debemos asumir.
Por lo general se reconoce la figura de un líder por ser quien va a la cabeza, sobre sus hombros tiene la responsabilidad de llevar adelante todo género de proyectos, distinguiéndose por ser una persona emprendedora y con iniciativa, con la habilidad de saber transmitir sus pensamientos a los demás, comprensión de las personas y la desarrollada capacidad de conjuntar equipos de trabajo eficientes.

Ante esta perspectiva, puede parecer que este nivel de personalidad sólo está reservado para unos cuantos, lamentablemente, pocas personas saben que un liderazgo efectivo no esta expresado por un nombramiento o designación específica.

En todos los equipos de trabajo -desde los escolares hasta los de alta dirección de empresas- encontramos al menos a una persona, que sin tener el peso de una responsabilidad, sobresale por su iniciativa, amplia visión de las circunstancias, gran capacidad de trabajo y firmes decisiones; sus ideas y aportaciones siempre son consideradas por la certeza y oportunidad con que las expresa; por otra parte, se distingue por su facilidad de diálogo y la habilidad que tiene para relacionarse con todos dentro y fuera del trabajo.

Este tipo de personas sobresalen, además, por poseer un cúmulo de buenos hábitos y valores: Alegría, amabilidad, orden, perseverancia (entre muchos otros), despertando en nosotros admiración y respeto. En otras palabras: son un digno modelo y ejemplo de personalidad.

¿Por qué no ser nosotros ese modelo? Pocas veces somos conscientes de ser observados por los demás, constantemente estamos en un escaparate donde las personas perciben nuestra conducta y proceder.

Los grandes líderes guerreros de la antigüedad eran respetados y apreciados por ser los primeros en lanzarse a la batalla. De igual manera, cada uno de nosotros debemos ir por delante, seamos o no, cabeza de familia, empresa, equipo de trabajo o agrupación. En contadas ocasiones, o nunca, pensamos en la responsabilidad que como personas tenemos. A decir verdad, todos podemos y debemos ejercer un liderazgo desde nuestras particulares circunstancias:

– Los padres de familia guían, conducen y ejercen autoridad, en sus manos está la educación de toda la familia; deben ser un verdadero modelo de valores y buenos hábitos, por lo cual, enseñan a sus hijos a vivirlos para convertirlos en personas de bien. A su vez, los hijos mayores participan con sus padres en la educación de los hermanos menores, son muchas cosas las que pueden hacer: enseñar a estudiar, jugar, hacer amigos, obedecer y respetar a sus padres…

La familia en conjunto vela por la protección, cuidado y dirección de todos los miembros; es ahí donde se aprende a conocer, comprender y a tratar a las personas, cualidades indispensables para forjar a los verdaderos líderes de un futuro que está en puerta.

– En tu trabajo -y tal vez sin palabras- todos esperan que seas tu quien pueda orientarlos para hacer y cumplir mejor con sus labores, porque eres ejemplo de dedicación, esfuerzo, compañerismo, responsabilidad, y sobre todo, de siempre presentar un trabajo bien hecho.

– ¿No eres acaso confidente de tus amigos? Todos ellos acuden pidiendo un poco de tu tiempo para ser escuchados, buscando tu consejo y comprensión, a veces, más que «solapar» sus errores, buscan de ti la solución adecuada. Por eso debemos procurar que nuestras pláticas tengan sentido, que no sea una costumbre hablar sólo de cosas superficiales; expresa tus ideas sin temor, tu tienes la capacidad de hacer que la vida de tus amigos cambie para bien.

Ahora que somos conscientes del papel que desempeñamos, no debemos cometer el error de actuar con temor a equivocarnos, o caer en el extremo opuesto que sería simplemente guardar las apariencias. Nuestra conducta debe ser congruente a nuestros pensamientos y palabras.

Nadie es «capaz de dar lo que no tiene», por eso, el liderazgo implica un reto constante de superación, en todos los aspectos que se relacionan con el desarrollo completo y armónico de la persona: personal (valores y hábitos), profesional, social y espiritual. Por consiguiente, un verdadero líder:

– Considera que primero están los demás y evita a toda costa convertirse en el centro de atención, por lo tanto, jamás piensa en su beneficio personal.

– Se preocupa de las personas, procura estar pendiente del bienestar personal, moral y espiritual de cada uno de quienes lo rodean.

– Siempre toma en cuenta las opiniones y el sentir de sus allegados, de esta manera cuenta en todo momento con una excelente respuesta de sus hijos, colegas, subalternos, discípulos y amigos.

– Da gran importancia al trabajo en equipo, de ahí que siempre hace énfasis en la labor realizada por el grupo.

Ser líder no es una postura o un galardón para lucir, es un compromiso, una responsabilidad y una obligación, no hay que olvidar que «todo cargo es una carga». No podemos ser indiferentes ante las atrocidades, la injusticia y la creciente amenaza de una falta de valores, hoy en día se necesitan hombres y mujeres decididos a cambiar la forma de vida de la sociedad. Es un gran reto, sí, pero la esperanza de un mundo mejor, debe alentarnos a ser los líderes de esta gran empresa.

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